
Si la piscina ya existe, puedes instalar una tarima sobre el suelo que tengas ahora, tanto si está solado como si es césped. Si la albardilla que tienes está en buen estado no será necesario cubrirla, podemos llegar “a choque” con la tarima, es una buena idea y estéticamente queda bien, siempre que la albardilla esté bien conservada.

Otra opción es cubrir la albardilla con tarima, llegaremos hasta el vaso de la piscina y también es muy estético. En general no hay una opción mejor que otra, depende de cada caso y del gusto del propietario. En ocasiones si hay baldosas, cuando la tarima se coloca sobre el rastrel, el nivel sube unos 5 o 6 cm y esto no nos permite mantener la piedra existente, por eso en estos casos se suele cubrir.

En cuanto a la colocación de las tarimas para piscinas sobre tierra o césped, sin hacer una solera previa, habréis leído y escuchado muchas cosas. Por supuesto, la colocación sobre una solera o un solado es mucho más cómoda para el instalador, no es necesario ser tan experto para dejarlo bien y no tener problemas. Por eso siempre van a aconsejaros ese sistema.
Sin embargo, un buen profesional, experto y experimentado, puede instalar las tarimas sobre tierra y hacer un trabajo fantástico. En muchos países europeos, la mayoría, y en Estados Unidos, Canadá, etc, el sistema de colocación de tarimas sobre estructuras de madera, llamado “deck” es lo más frecuente y funciona perfectamente.
Si os decidís a instalar una tarima de suelo jardín composite en Madrid para la piscina, será una muy buena idea construir otros elementos del mismo material, por ejemplo bancos, chill out o jardineras. El conjunto va a aportar diseño al jardín además de comodidad y estética. Consultar con los profesionales cómo conseguir un espacio personal único para vuestra piscina.




